La Viruela del mono ¿Debemos preocuparnos?
La viruela del mono, del género Ortopoxvirus, es una enfermedad rara transmisible a través del contacto con animales o en contacto próximo con personas infectadas o materiales contaminados.
Pero… qué efectos produce…, pues bien, como ha explicado el catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca Raúl Rivas en un artículo de “The Conversation”, en humanos los síntomas son similares a los de la viruela, aunque “algo más leves”: “Comienzan con fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, escalofríos y agotamiento”. Se diferencia de la viruela humana en que la del mono hace que los ganglios linfáticos se inflamen. Según este experto, es normal que se produzca una erupción que suele comenzar en la cara y posteriormente se extiende por otras zonas del cuerpo, como las manos y los pies, que genera una costra que termina cayéndose.
Por un lado, la OMS se pronuncia sobre la viruela del mono y manifiesta: «La situación es preocupante porque no sigue los patrones típicos que hemos visto antes” pero a su vez lanza un mensaje de tranquilidad; «la viruela del mono generalmente no se propaga fácilmente entre las personas, ya que requiere un contacto físico cercano, es controlable para el público en general, sin embargo, se requiere una acción inmediata de los países para controlar el potencial de una mayor transmisión»
Por otro lado, nos hacemos eco de lo que ha señalado la investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Margarita del Val al respecto sobre la viruela del mono, indicando que es una dolencia “razonablemente benigna” pero causa “lesiones muy grandes y llamativas” en la piel. Aún así, “Lo que hay que hacer es localizar el origen, la transmisión y pararla cuanto antes”. Declaraciones realizadas a los periodistas antes de su intervención en la primera Cumbre Internacional sobre Gestión de Pandemias, organizada por el Ayuntamiento de Valencia.
La investigadora también aclaro que, aunque se llama viruela del mono “la transmiten los roedores”, y ha señalado que “durante mucho tiempo ha habido casos infrecuentes entre personas que usaban las ratas como mascotas, aunque parece que también se puede transmitir por vía sexual, aunque es más difícil de detectar”. También ha recalcado que “Es una enfermedad razonablemente benigna pero muy molesta por las heridas que causa, que son muy grandes”
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